jueves, 20 de agosto de 2015

TODOS LOS FUEGOS...NINGUNO... / Poesía de José Ignacio Restrepo

RÉQUIEM TERCO

Todos,
no todos...
Tentados vamos de tomar una piedra 
y estrellarla contra el vidrio de los carros, 
los mofles repiten otra vez
que nuestras flatulencias no son nada 
comparadas con el humo abyecto e irritante, 
que tiene que ver con que todo sea más veloz,
la pértiga que se alza para anunciar la hora del halón
cuando comienza el diario robo del ámbar que nos llena
y caemos de nuevo de derecha hasta izquierda
en esa infame trampa de cambiar nuestra vida
para vivir una hora como ellos nos digan,
ese humo que cuenta negro y vil
cómo se llenan aún más las arcas ricas 
con la mora de proteina y de agua contenida, 
infamemente expuesta en los pobres hijos del mundo
que marchan con sus ánimos a pie...
sueltas las piedras, 
todos...
no todos...
preguntar sin hablar otro porqué....
 Mi pie derecho que va certero tras mi izquierdo pie, 
la tierra ya es toda, toda, un horrible, un inmenso cementerio...
pero algo vital mira desde los rostros callados 
de los que hacemos con la piel curtida el mundo...
sol de asbesto, 
voz de sentido inmaculado, 
terigios que no tapan la luz y más bien desbrozan sin descanso 
ese deber ser de que hablaban los maestros...
Y hechas las sumas y las restas nos sube el vaho del mundo, 
se coloca la luz nueva en la tramoya de incendiarlo todo
para que mire dolores que inuguran
un adelante o un atrás, 
y entonces se queda sembrada esta penumbra soslayante 
en este ahora que duda que ha hecho de nuestra mente su latencia
mientras se acopla pregunta con respuesta 
y deseo con tenaz necesidad...
rúbrica sobre el azar que trae pernos y cuñas 
para ajustar los iris que están hechos de tedio,
 para dotar de calibre a la mirada otrora infalible...
entre lectura atisbo una cadera que da forma a mi mano 
de manera impetuosa, tenaz, incorruptible...
es una yegua dormida esperando el canto del tacto, 
el ritual preparado para la misa siseante de los cuerpos...
el vaho del aliento que acerca a los ojos
 para que sean testigo y fundamento de otro sacrificio...
Todos, pero no todos...
Solo somos testigos del hallazgo, 
mentideros para adentro, 
profanadores de la religión de pedigüeños 
que hacen fila adentro del pecho abierto
y solo entre el abrazo de los cuerpos
se convierten en hálito de santos...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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4 comentarios:

  1. Maravilloso poema, cuantas verdades y como las dices de una manera profunda, que llega pero siempre en tu estilo que siempre es elegante y sincero, gracias poeta por estas bellas letras tristes pero hermosas, feliz noche.

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    1. Siempre gracias a ti Loly por tus palabras y tu visita...Abrazos!

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  2. Este es un poema que trasciende la limitación ideológica, desprendiendo a la palabra de cualquier inclinación o para prestarse al juego de la corta visión del ser humana que ha caído entre las aspas de la rueda, que lo hace ir de un extremo al otro, perpetuando su explotación entre los dos ejes, José Ignacio. Es un placer leerte, un auténtico placer leerte. Un abrazo.

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    1. Ay Daniel, apenas veo el lindero precioso de tu voz, perdona...No saber cómo estoy de alegre de refrendar en mis ojos el sagrado eco de tu paso, que cruzaron con atención estos pasillos húmedos de mi casa de voces...Siempre bienvenido, amigo, espero leas mi respuesta, dada hoy domingo 20 de setiembre, con todo cariño, un abrazo amigo bueno...

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