viernes, 24 de abril de 2015

ATANDO CABOS NADA MÁS... / Poesía de José Ignacio Restrepo


SOLO HALOS


Sombra enjaulada otra vez en el rellano
contando en soledad 
una vez y otra vez los escalones, 
deja que pasen los asiduos visitantes, 
baja y recoge ese viejo imperdible  
que ahora brilla
y que se había caído sin querer 
de una casaca que buscaba calor
de su dueño que ya se despedía...
Sos un mensaje del calor al frío, 
vistes de azul el vértigo del ave 
que ha repasado como huir del hierro 
sin pelar la pintura de la forja, 
blandiendo entero el cuerpo como llave...
Y he sido el rostro recogido de mi padre, 
la línea efímera del puño o de mi mano 
que dice que mi ilusión terminará
un día festivo peleando contra otro, 
en el esfuerzo por librarlo de la muerte...
Y volveré a ser árbol, 
brote de penca, 
lecho turgente que aunque vacío 
vuelta la lluvia 
se convierte el rápido torrente...
No hay fin que no traiga su principio,
descuida...
de la sombra que miras nada queda, 
pero de tu feliz aliento de soldado 
átomos se irán vivos y buscando
una guerra donde decir jamás volvimos, 
somos los cuatro dedos de una mano,
que importa ahora si hay uno perdido,
tinta y papel ardiendo
en plena fiebre de escorbuto,
todos muertos y vivos...
como manda la vida si está presa...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

miércoles, 22 de abril de 2015

DESTELLOS / Poesía de José Ignacio Restrepo


EN LA PARED


Hablan de cosas viejas las paredes
donde fermentan sombras pervividas
pero además se yerguen y dormitan
los lastres de mil formas y colores
cuya desnuda y cabal luminotecnia,
parece caer en globo allí
para que yo reviva sin mirarme
lo tonto de lo heroico,
la vaga contracción de lo que fuí...
Mi madre en la otra casa me pedía
rompiera la pintura y el cemento
con clavos de acero y dos pulgadas
a metro y diez centímetros
no más,
si se trataba de cuadros de gran lomo
y a treinta si eran cuadros más pequeños
destacando paisajes implorantes,
o rostros de famosos que vivieron
y luego se murieron sin saber,
lo mucho y la razón que ella admiraba,
su manera de rozar al piano amigo,
o dar muerte sin sufrir al enemigo...
Mis paredes, lo sabes, son prestadas,
no puedo romper muro con hierro
si primero no compro el fundamento,
entonces clavo sombras y fetiches
tomados de los días y las noches
que resistí por hombre,
por porfiado,
los dejo chilinguiando como micos
con solo dos silbidos destrabados
que lleguen entre el día ya acabado
y los rastros sensibles de gris nácar
que se metan
sin preguntar por la ventana
o el vidrio juntado del vitral...
esta noche
sincera
en que no hay pan,
y el vino se agotó hace mucho rato,
y mis recuerdos vagan como extraños 
por senderos de otros domicilios
dando a este su justa dimensión
de cubo con paredes y un vitral
de donde cuelga tu amor conjeturado
y el velo de mi absurda libertad...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©
 
( Ilustración de Vladimir Fedotko)

jueves, 16 de abril de 2015

ESOS RIESGOS MEDIDOS Y TOMADOS / Poesía de José Ignacio Restrepo



ABSUELTOS


Constiparse al salir a ver la noche, 
después de estar seguros al lado del fuego, 
y amar,
esos riesgos medidos y tomados
con la ternísima ayuda de tus ojos
que me quedan mirando,
como si fuera tarta preparada
cubierta de fino chocolate...
Éso entre las noches recordadas
sigue siendo motivo atravesado,
pues nuestro duelo cruzado
reteñido por puertas y paredes
con los ecos medidos del poema
que se anda escribiendo
desde antes de haberte conocido,
gracias a dios no cesa,
no cesa...
Nuestro amor declamado
tiene tibias y fémures maduros
para el trote cenizo de soldado
cuya guerra se pacta cada día,
y este mito suicida de serviros
es mi marco y mi todo, y mi motivo,
 salir vivos de esta guerra sin sentido, 
de vivir con las reglas de los otros
deja canas como seña ambigua
de que damos la misma servidumbre,
la pelea de robar tibiezas,
para ir dando caza a los motivos
que se esconden en segundos amplios
solamente tranzados y vestidos
por los sueños de ambos...
Ah, el ahogo nos sorprende,
va juntando edemas recargados
que rompemos en fútiles caricias,
una vez doy inicio sin mirarte,
otra simplemente tú me tumbas
y sobas sin decirme los calambres
que acuden por llamarme vivo,
somos éso,
instantes en contiguo,
una duna tras otra,
dos te quieros,
nuestros cuerpos ya viejos sin alarde
van dejando nutrimento para aves
en estas baldonas de la casa,
como muestra de que algo ya aprendimos...
y que alguien le diga a quien conversa
que hicimos de poemas dulce traza
para morir absueltos y dormidos
sin más premio que hartarnos de segundos,
felices, por haber vivido...


 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

viernes, 10 de abril de 2015

DE TERTULIAS PROVENGO / Poesía de José Ignacio Restrepo



NO VOLVERÉ


Y el tiempo viene sinuoso
y ante mis ojos sus páginas recoge,
luego adelanta, sopla como niño
haciendo bucles
tibios con las hojas...
He sido el rostro recogido de mi padre, 
la línea efímera de mi mano bien lo dice,
acabará mi ilusión peleando contra otro
en el esfuerzo por librarlo de la muerte, 
y volveré a ser árbol, 
juvenil brote de penca, 
lecho turgente que aunque vacío 
vea la vuelta de la lluvia infame 
que se convierte de facto en rapido torrente
con solo gotas de llanto...
No hay fin que no traiga su principio, 
parece musitarme desde ese hospital
donde tomé por última vez
su frágil mano,
y me repite
de la sombra que miras nada quedará, 
mas de tu feliz aliento de soldado 
átomos se irán vivos en búsqueda 
de una guerra donde decir, 
y por hacer
con cada fibra que tengas...
Volvimos, 
somos dedos de mano, 
tinta y fruto, 
todos muertos y vivos...
Por si lo olvidas...
sabes lo que será después la noche, 
las horas de soledad, 
cubriendo tu aún lozana desnudez,
frío que duerme en la llenura de ti,
mientras yo allano solitario mi vacío...
También mi padre ruega ante mi
por caer lentamente en el olvido....


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
• Copyright ©