jueves, 16 de octubre de 2014

CONTAR DE DIEZ EN DIEZ / Poesía de José Ignacio Restrepo


 
DESIGUALDAD


Siguen en fila
formados como tú,
los llamados cansancios que te esperan
eso que doce llaman redención,
y otros más bautizan con esmero,
una clase de casta ordenación
yo lo llamo como otros
vil infierno,
quizá porque como ellos soy leído
me sé, no es que me crea,
de corrido,
las clásicas del muerto Socialismo,
los legados de maestros que murieron
sin servir a ese ejécito de esclavos
que llenaron de virtud
al vil trabajo...
No niego el valor de laborar,
pero detesto que algunos hoy se precien
que nada de lo digno que ahora hay
se hizo sin primero organizar
a esos que sus lomos se rompieron
dejando sangre, espalda, y sus cien huesos,
para que hubiera
Canal de Panamá,
muelle en Suez,
colgante en San Francisco,
metro de la vieja Nueva York
o torre Eiffel en medio de París
o catedral,
o carretera a diez carriles,
o tarea ingenieril
en los confines...
Todo parte de un útil y el deseo,
puede que acaso diez lo descubrieron
y se sirvieron del ávido sudor
de los mil o diez mil que están allí
laborando por pan, pedazo y queso,
pero es la fuerza o el gozo individual
lo que hace de virtud y pegamento...
Cualquiera se fila,
necesario a la vida es trabajar,
pero no es justo ese pan que le es robado
a ese que se conforma con lo dado,
no piensa qué hay que hacer,
piensa en comida,
su cerebro es como una glándula que muere
llamada sin vitud necesidad
y desde allí se excreta lo que el otro,
le roba para hacer aún más riqueza,
en fuerzas de cada hombre la nobleza,
y en la cabeza de aquel que se apresura
a organizar las hambres,
los dolores,
de todos los que ahora ve en la fila,
solo vileza de todos los colores,
ruindad de negra alma y heredera
de todo lo fatal
que hay en la tierra...
 

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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