sábado, 31 de mayo de 2014

TERRONES DE EMOCIÓN, SALITRE Y MIEL / Poesía de José Ignacio Restrepo



TIERRA SEMBRADA


Acantilados de piel atados vamos,
con sangres coaguladas en recuerdos,
y sucias, delicadas y esmeradas
figuras de ya usada plastilina
purgando dentro nuestro cuita idas,
sin conversar heréticos salterios,
o comparar los cielos que no están
con estos que vivimos, éstos,
que moran nuestras manos, nuestros ojos,
lo común y lo apenas personal,
que podemos mirar pero no hablar.
Conjuntas estas vértebras que amo
me llevan dentro tuyo cual raíces,
y puedo ver las tuyas que me salen
como costillas nuevas por delante,
así tenemos mutuas conjunciones,
contusos sin embargo por juntar,
lo que otros llevan negro y separado,
sin saber que hace daño a su deseo
de llamar a lo nuestro entre sonrisas,
y no lo tuyo o mío, simplemente
como hebras de pan que recelaran
en medio de un tenaz lote baldío...
Y el verde que sembré nace en tus manos,
que traen herramientas para poda,
otoño se convierte así en verano,
para hacer miel turgente en esos fríos,
y cuando pongo nieve, o tu la pones,
llegan risas soldadas, sin espera,
entonces vemos como el blanco funde,
convirtiéndose en agua de frontera,
para bañar después y sin permiso
las tierras que compramos hace tiempo
sin saber que eran piel, y hueso y alma
que habían de volverse un latifundio,
con llanos, con colinas y quebradas,
y aves que allí buscan su morada,
que vemos desde aquí, nuestro balcón,
este fiel y compartido corazón...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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