miércoles, 31 de julio de 2013

OTRA COPLA FALAZ... / Poesía de José Ignacio Restrepo



 DESDE EL LADO DE ACÁ



Desdoblada virtud que en lejanías
aturdida se muestra sin barniz,
recubierta de cuerpo en piel brillante,
hablándole del aire a la pasión,
con el rojo diciente y sin recelo
que le muestra en su tono la dicción
y en las venas brotadas su gran celo...
Lujuria es lo que ya tuvo bautizo,
lo que me trajo y me envió ya entrelazado
a tus ojos azules de soslayo
y tu ropa adherida sin rencor,
a ese sello de oro en el ocaso
que no respeta nada y todo enturbia,
que opaca lo brillante, y enrojece
lo pálido hasta ayer,
lo que promete
dejar de ser escrúpulo en la piel
y pecado sin nacer del entrecejo,
principios, rezos, metas, indulgencias,
máscaras para no dejar vivir
a los que traen bronca para hacerlo,
y no descuartizaron su interés
en mediar a rabiar entre los medios...
Dejá tullido el nombre si se llama
mirada de juzgar, y san quintines,
dejá sin aldabón la puerta extraña
que tocada a la fuerza desde adentro,
le erija a la virtud un monumento
tildando al vividor como canalla,
porque alcanzó el placer en una raya,
y la vida en ese orgasmo pleno,
aunque ella no fuera ni una dama,
ni la mamá de sus hijos,
sino otra,
y él solo fuera el nudo en su badana,
que hecha de cicatrices mercenarias
 no pueden contar como él al fin y al cabo
sino las aventuras virulentas
de un hombre de si mismo forastero
y de la vida sin más enamorado...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 30 de julio de 2013

LOS QUE VIVEN CON NOSOTROS / Poesía de José Ignacio Restrepo


MININO
 


Y me mira a los ojos comulgando
con eso que lo ata a mis caricias,
grisáceo, con algunas vetas sepias
y sus visores encendidos, amarillos,
amigo de extrañados días
que se sube a mi cama sin permiso,
por creer que es la de él,
y que soy yo,
ese diario invitado en sus dominios,
al que ha dado la venia
de vivir
entregado al trabajo y a dormir
en su cuadrado reino
de tres tonos...

Su ronroneo es fuerte y presuntuoso,
igual que lo es la talla de su paso,
espera siempre que haya lo mejor
en ese plato rojo,
y que en el agua
no haya cosas raras navegando,
aunque sea comida que él tiró,
en el ansia de comer
sin cortesía,
yo ya le perdoné faltas futuras
como aquella que sé
sobrevendrá,
alguna noche triste y azarosa,
cuando olvide el camino de regreso,
al lugar de siempre y todavía,
donde el queso y el ratón
le prometieron
y aún hoy no le cumplen,
aunque haya amor de día
y no falte la mano acariciante
en el borde más oscuro
de la noche...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 27 de julio de 2013

A LOS ENTRADOS EN AÑOS... / Poesía de José Ignacio Restrepo



MOLICIE
 

Verdad,
la fuerza derramada de ambos brazos
y su cerebro cerrado cual desván
de amortajados bienes del pasado
que le fueron como cielo, como pan,
y ahora están filados en desorden
porque ya no le sirven
y a los otros estorban
se lo dicen cuando habla
y también cuando se calla,
cuando llega de lejos, de dormir,
de ganar la batalla por gastar
los restos de su día ingobernable,
por no tener un justo quehacer
 que le reporte dinero y el respeto 
que suele permitir encadenar,
en los ojos del otro que le mira
queriendo que él ya esté
en el más allá...

Ay, 
rezongo sin el tema que allá atrás
que le brinda a su molicie magisterio,
y un gozo sacro, santo y verdadero,
para quejarse en suma él de los otros,
los que le tratan mal impropiamente,
los que le empujan sabiendo que caerá,
aquellos que sin más,
sin conocerlo,
todo lo ponen incluso más difícil,
como si ese llegar resteado a viejo
a ellos no les fuera a suceder,
las filas para reclamar su plata,
la risa y el desdén en los muchachos
que piensan que ha mojado hoy en la cama
los restos del orín que se le queda,
y que el sexo es una sombra de mujer
que el alzheimer le deja en caridad,
un recuerdo bordado de dolores,
y de verdades idas, sinsabores,
que puede hacer si no tiene con qué,
sin arma deseosa de atacar
que mujer a los ojos
va a mirar...

Molicie,
tiene y en buena cantidad,
 no es gratuita ni tampoco una enemiga,
pero a fe que lo dice, 
y yo que apenas soy un cincuentón,
pienso cuando ya pase de setenta
y a la gente con gracia me sorprenda...
Llegarán las miradas de los otros,
despreciando algún don
que allí yo muestre,
como si no valiera mucho más,
simplemente porque soy un veterano,
y  mi cabeza blanca no merece
esa magia que en todos resplandece
que no suelen nombrar,
cuando me voy,
deletreable en solo tres palabras,
sabiduría y plena libertad...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 26 de julio de 2013

SENTIR VERDAD AMOR / Poesía de José Ignacio Restrepo


SAPIENCIA


Música saben hacer los dedos míos
sabiamente sin casi que los llames
cada uno de ellos instrumenta
cuando les dejas piel para que toquen
sobre ti mis pausadas melodías
a tenderse aprendieron
sin esfuerzo
y ahora se alzan en arpegios desmedidos
e irreverentes descienden como pajes
que no reciben orden ni dictámen probo
para elegir en que nota va un acento
o sobre cual silvido llega claro
ese espacio poblado 
de silencios cortos
o cuando
si me pides subir la cremallera
fabricar esa pausa mercenaria
y pasar como quien no lo desea
la caricia que perdure en la mañana
hasta el solaz oscuro
de la noche
en que solo deseas regresar
para bajar el cierre nuevamente,
y lo dejado a medias
continuar

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 24 de julio de 2013

ESCENA DE HOTEL, DOS EN LA PUERTA / Poesía de José Ignacio Restrepo



DE DOBLE FAZ


Ósculos que se dan sin su sustento,
impulsados por carne que lacera,
palpitante, rendida, ardiendo toda,
no representan
peligro,
solo son
esa sed compartida que se esponja
en una noche amable, que algo dura,
en la búsqueda mutua de motivos,
llamados por la bruma clima,
y por ese calor intemperante,
simplemente
sentido del instante...
Ósculos arrogantes,
pendencieros,
que tras de sí las manos algo urgidas,
se mandan como soldados a la guerra,
donde los cuerpos rasos
mistifican,
esa búsqueda trivial como epopeya,
y alli volvemos torpe la hermandad,
y ya solo comemos y bebemos,
esa mesa servida por el otro,
que ha quedado rendido
en nuestra pena,
de pedir sin rogar,
solo mordiendo,
ese labio que sin él
ya está sufriendo...
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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CON LAS CALLES CANSADAS EN MIS PIES / Poesía de José Ignacio Restrepo


ADOSADO A LA PIEL

Vila-Rodona

Una oración sin previo aviso
yace envuelta sin pudor
y es como súplica,
de que nos vive adentro al que nos sufre,
y de ese por las calles y los cuerpos,
y su ancha y feliz geografía,
que con aroma ya reconocido ha marchado ayer,
dejando en alcanfor sudor y lágrimas...
Esa otra ciudad,
que como altar de letras que sucumbe,
ansia no tener condecorada
su severa proclama,
concertada en callejón de urgencias,
que cual sangre y barrotes,
es cárcel del trabajo de los buenos,
paridos para hacerse sus esclavos,
sus lejanos dueños
que de ella nada tienen...
Sube y baja mi diafragma,
mientras reviso recuerdos con mi alma,
y paso las yemas de mis dedos
sobre calles andadas por mis pies
anudadas sin más a tus cabellos,
armadas de anís entre algodones
y perdidas canciones
que se fueron…


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 23 de julio de 2013

LOS IDIOMAS COMUNES... / Poesía de José Ignacio Restrepo



 
EL VIAJE


Vos, qué miras sin deseo de zaherir,
de remendar el aire en menoscabo,
vos que traes talantes en desuso,
modificado intento de perdón,
y me muestras de mi lo que es salvaje,
aquello que se nutre de la guerra,
la dimisión, el caos, la desidia,
como si no fueran una parte potencial
del reglamento interno
de lo humano,
y sí te dejo sé
me atacarás,
criticarás mi enfado y su sustento,
mis ansias de quedarme aquí tan quieto,
o simplemente ir dejando al tiempo
que se encargue el solo
de los restos,
pues no hay deseo ya ni fundamento
para luchar con todo lo caído,
aunque todo se muestre cual reinante,
legión esclavista de tunantes,
estado de la lluvia de acideces
que solo tiene pátinas por guía,
y lenguaje viciado por suicida...
Vos, que me aturdís con tu salvaje griterío,
con tu cómodo baile al sol desnudo,
que miráis cada guerra sin censura
como algo tan usual,
ya somos muchos,
reclúyete en tu adentro,
que es  profundo,
cavila algunas horas, o unos días,
y luego me respondes qué encontraste,
en tu rendido predio no amoblado
donde entras difuso y luego sales,
brillante, mudo, sin pobres salvaguardas,
ileso o más herido que antes,
botando hacia los lados
tus absurdos pasados equipajes...
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 20 de julio de 2013

LARGA VIDA AL REY, DONDE SEA QUE ESTÉ / Poesía de José Ignacio Restrepo



PARADIGMA EN RECREO



Más que congeniar es absolver,
de justas y probadas culpas bobas,
y de las restricciones programadas
para los pobres años venideros,
pues no fue buen remedio ya está claro,
que fuera el individualismo exacerbado
el que cumpliera con darle menoscabo,
a una sociedad hecha pellejos,
que solo pudo armarse destruyendo
la poca  desunión ya contraída,
por la verdad, la fe y la porquería,
actuando bien trenzadas como hermanas,
mandadas por un gnóstico poder
con cara demencial y boca atada…
Cada uno coja su regalo,
motívese que no existe sentido,
dios yace en mitad de una cloaca
con restos de petróleo y aguardiente,
además como si un moño precisace
no resistió la trampa la familia
resintiose de la compleja cirugía
de trasbordar al padre hasta la madre,
y dejarla pugnaz con todo encima,
mientras él no sabía dónde estaba,
si en el balcón, la pieza o la cocina,
si era mensajero, o fiel doctrina,
o solo una mentira elaborada
para darle a don Juan la puñalada,
la individualidad como salida 
es hoy individualmente arengada,
necesaria y odiada al mismo tiempo
doctrina elemental del egoísmo,
como un rey asombrado ante el abismo
que le espera en la próxima jornada,
sonríe sin mirar directo a nadie,
filosóficamente vencedora,
con todas las palabras refundidas,
cabalgando a bordo de su ruina,
en este hombre leal a la impaciencia,
que se dejó llevar y llegó lejos,
sobrevivido a todo, y aclamado,
por el eco que devuelve
el sucio espejo…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 17 de julio de 2013

EN MÁRMOL VIEJO... / Poesía de José Ignacio Restrepo



DESDE EL SUELO


Escribir un poema
a otro augusto perdido,
al caído emigrante de otro tiempo
que dormía sobre su pedestal,
sin ponerse la verdad por vestidura
para luego deber migrar de nuevo,
entonces ocurrió
lo inevitable: 
Ha olvidado historias de si mismo
que al oírlas pasar en boca ajena,
despertaban su ira
y su vergüenza,
pues desnudaban la pobre anatomía
de su alma frágil y vencida,
que ya había logrado
algo olvidar...
Escribir al polvo levantado
por el golpe servido contra el suelo,
que un súbdito sin nombre enajenado,
tan parecido a él
que es sorprendente,
juntó en la intención de sus dos brazos,
un empuje con gritos y saliva,
y en plena regresión de un día noble,
le derribó con saña evangelista,
pues por qué debe vivir un extranjero
en el cómodo sitio de un nativo
sin derecho apenas de libar
lo que le deje húmeda la lluvia,
junto a palomas bellas que le cuentan,
sobre el aire, y el cielo, y la tarea
de construir la paz
sin saber de ella...
Está partido en ciento
un mil pedazos,
el ojo que cuidaba para ver
lo lejos que yo estaba del descuido,
ha terminado atrás del otro ojo
que mira sin saber lo que pasó,
ya no puede explicar
al buen sentido,
qué motivó a cualquiera a derribarlo,
si causal él no dio,
solo posaba,
solo hacía amigos sin saber
y motivaba el vuelo algo cansado,
de aquellas que tuvieron por encargo,
legitimar un bien tan olvidado,
y algún pequeño lustre dar sin más,
a una placa que abajo de su nombre
mencionaba la perdida
libertad...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 16 de julio de 2013

VISITAR LA IGLESIA DE LOS LIBROS / Poesía de José Ignacio Restrepo


MIENTRAS LEO
(…respetando el porqué…)


Con su cara de iglesia sobre el techo
y su temperatura controlada,
este bastión de guerreros silenciosos
tiene para esta hora poca gente,
cuando debiera ser tan diferente…
Acaso sea el nombre, biblioteca,
que a muchos ya les suena hasta ofensivo,
peleas casaban siempre siendo niños
con la forma legal de hacer las cosas.
No les viene la gana de escribir
respetando la dada ortografía,
y repiten soeces groserías,
en las paredes sucias de la calle,
o en las letrinas silenciosas, mustias,
del colegio ese al que ahora van…
De cierto aceptarían por herencia
lo que cojan las manos, lo que valga,
aquellos que se pueda ir a vender
o a cambiar por un litro de anís puro,
pero este regalo insigne y esencial
que les permite hablar, entender todo,
lo que dirán mañana, lo ayer dicho,
lo reciben como si fuera barro
con que juntar ladrillos para hacer
una pared sencilla y una puerta,
donde ir a encerrar su bastardura…
Miel de reyes ardiendo en comisura
que los tiempos trajeron de regalo
tratada cual si fuera un pegamento,
donde llegan los moscos por la tarde,
¡ay, idioma de mi madre y de mi padre,
como duele oírte apedrear
cuando sales de una boca a enamorar,
la plebe que se orina en su berrinche,
y por decir alegre, dice triste!

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 14 de julio de 2013

SONRÍE, PERO DE TRISTE... / Poesía de José Ignacio Restrepo



Y ESA VISITA


Sugestiva muerte,
ansias de saltar hacia el abismo,
caer, volar, lidiar al toro,
o al nadar encontrarnos lo profundo,
cuando el pie queramos apoyar
por diez cortos segundos de descanso,
y un brillo en los ojos
nuevamente
al recordar el nombre,
de toda esa gente que nos ama,
que ni pregunta para hallar confianza,
cuando llegamos, qué hizo,
cuando nos vamos, a dónde,
de sentirla fría y tan vecina
te escondes
para latir como alce púber,
mientras la ves pulirse los colmillos,
ávidos, de blancura ofensiva,
que solo con tu sangre seguirán
confiando que todo esfuerzo
tiene premio,
como muestra el escorzo que algo sigue,
que la luz con bien busca salida,
para que el trazo somero no libere,
a monstruos que llevamos dentro
y que pueden mirarla
frente a frente,
esos ojos rapaces de la muerte
que ríen mientras duelos causan,
y bajan ojos a mirar el suelo,
y brazos a nutrirse del olvido,
en la seca frente
de un doliente...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 12 de julio de 2013

CON LAS HORAS DE PASO… /Poesía de José Ignacio Restrepo



LAS  TRES VISITAS

sueños somos

Y se va la mañana de mis dedos,
como esa ayudante que ha venido
a componer la cama, hacerme el tinto,
el polvo retirar de los estantes,
recordarme un quehacer para esta tarde,
mirarme de soslayo compasiva
desde la puerta que da hacia la cocina,
su terreno de tedios donde gana,
cuando viene a servirme, su salario,
sin saber que es mi amiga visitante,
esa con quien comparto si te has ido 
cuando me faltas por necesidad,
ella viene a pasar aquí las horas
y la ciencia por hacer de este lugar…
Ahora llegará gentil la tarde,
hermana casi gemela de la otra,
me rendirá sus cuentas en la mesa,
mirará lo ya hecho por mi mano,
hablaremos del futuro que es confuso,
pues su trazo no es nunca programado,
me rezará al oído sus pedidos,
cautamente los pondrá junto a los míos,
abrirá el balcón y verá afuera
comprobará igualmente con sorpresa
que todo sigue igual a esta hora,
comparado al ayer y a antes de ayer..
Cuando llegue el momento de marcharse
unos minutos antes de las seis, 
me dirá eso es todo ya me voy,
mientras le entrego sin mirar su pago
y yo contestaré como hago siempre,
cuídate que ya pronto se oscurece,
viéndola como tantas otras tardes…
Pues que son mis dos visitas diarias,
la mañana y su amiga vespertina,
 de ambas guardo ecos siniestrados,
aunque la casa sea algo pequeña,
cuando llega la noche y te regresa
de tus tareas, de tus aventuras,
el silencio que lo ha invadido todo
se llena de tu canto renacido,
aunque sea cansado, y cohibido, 
lo tengo para mi como regalo,
 un tesoro y un bien inmerecido…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 11 de julio de 2013

QUEHACERES DEL ÁNGEL / Poesía de José Ignacio Restrepo

 
 
ESCRIBANO


Me mira desde el frente,
es mi mentor,
acaso también prosélito, los martes,
acata cuando está con mi silencio
que debe acompañarme con el suyo,
sin saber que yo tengo su mirar
como lugar de augurio, como trampa,
pero sus gritos lamen en mi espalda,
esos granos nacidos de pasar
tantas horas sentado maniobrando,
entre historias jamás muy bien contadas,
escuchadas a solas, reparadas,
muchas horas luchadas sin luchar
este hacer no es como tú crees,
tirarse al mar con ingrávida escafandra...
Tras los vidrios planos e invisibles
de mi casa de hielo,
bajo el techo de nieve 
que es mi ahínco,
cargo el celo con párrafos logrados
que resisten ya dos o tres leídas,
y luego me deshago en improperios,
por no saber desde antes qué seguía...
Mirado con respeto por mi gente
que espera desde afuera les de vida,
clavo sobre las teclas nuevamente
mis deseos de ser clarividente,
y comienzan a nacer pero ya grandes,
esos que yo traslado y reconvengo,
en dos, o tres palabras con mi tono,
igual, particular, tan propio...
Yo soy el que he querido tantas veces,
soy de recién paridos escribano,
dador de vidas furtivas de antemano
que acaso solo visiten mis dos ojos
pero que juntos conmigo aún porfían,
continúan con fe mi senda ansiosa,
aguardan a mi lado otras historias,
durmiendo mientras llego a donde aguarda
y pueda simplemente hallar su voz,
mientras pongo la luz en un mirar
que hasta hoy no tenía
sino el renglón vacío en su lugar...
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 9 de julio de 2013

VOCES QUE LATEN, DENTRO MÍO / Poesía de José Ignacio Restrepo


ODA DEL CISNE 
SIN MEMORIA


Silvestre, 
el mudo cisne renacido 
conversa entre recuerdos con la luna, 
no puede ver en dónde está su lago, 
ni escucha la música del tordo, 
que a la tarde sencillo le cantaba, 
sus penas por el cielo tan vacío...
Noble ave, 
de belleza intacta, 
a la vera de innombradas ilusiones, 
espera que sea todo o nada, 
con el hábito intacto de creer, 
más alla de presentes dimensiones,
y mira los paisajes nuevos,
los seres que a su lado
pueblan este sitio,
que todo apenas hoy bien reconoce
tras caer de un vuelo siniestrado,
del cual olvidó el norte
y por el golpe,
noticia de su nombre y su pasado,
bienes que si tenemos olvidamos
 lo caros, lo valiosos que nos son,
cuando faltan realmente
falta todo,
sin nombre un cisne es cuál polizón
de cielos ya plomizos, ya prestados,
su vuelo será corto y azaroso,
querrá tener noticia del ayer
mirando a todas partes
con sus dudas,
y en toda parte el cisne va a tener
recuerdos tan quebrados
como él...
Pero este azul nos salva,
llegan junto a su vera nuevos tordos,
se acercan ruiseñores, petirrojos,
aparecen murciélagos y cuervos,
para que su ser bello experimente
una bienvenida más decente,
y la luna que envía sus destellos,
de plata y de rubí,
tan recién hechos...
Sin nombre un bello cisne
dónde sea,
será un ave vital y vigorosa,
elemental y hermosa, sin su lago,
chapoteando cuando haya un aguacero
en el más hondo charco que se encuentre,
hasta que torne viva la memoria
de dónde es su lugar,
dónde quedó alguien esperando,
a que regrese sin más
solo volando...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 8 de julio de 2013

AÚN VEO LA GUERRA, SABED / Poesía de José Ignacio Restrepo


VER CARNALES QUE SUFREN


Sobre elementales dilaciones,
y crímenes sin nombre ni reflujo
tengo yo por terco y por remiso
esa necesidad de atravesar
como doliente impávido escenarios
con la sangre de ajenos por hermanos,
cosechando dolores reencarnados
entre labios moradospor los golpes,
dando pasos de ciego, resbalando,
aguantando mil fríos congelantes,
viendo a madres errantesque me llaman,
al unísono con el nombrede sus hijos

Me abrazo entre lágrimas hirsutas
el suelo nos recibeatravesados
cuando duele el pecho se ennoblece
la tristeza partida entre otros muchos
pesa menos,no escoce, se aparea,
para luego ante todos como un bien
simplemente llegar a dividirse,
es como una pompa de jabón,
igual que esa rojiza dinamita
que acabó con los sueños y la vida,
de esos que convirtieron en dolientes
a todos los que de humano gentilicio,
dejaron ver que no era un sacrificio
sentir hoy por los otros y mañana,
retornar a sentir como leprosos
que estrenan su piel ya reparada,
otra vez, y otra, y hoy de nuevo,
convertirse en un deudo que lamenta
la perdidade cualquier alma errante,
tomándola en un sensible abrazo
que ama lo que ya se liberó,
de este breve presidio,
que llamamos vida

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 7 de julio de 2013

LO QUE DEJA EL OLVIDO / Poesía de José Ignacio Restrepo


ÍNTEGRA



Hoy vengo a dar reporte de mis quejas
que no tienen por sínodo mi angustia,
sino que se apertrechan de lo nuestro,
y endiabladas estallan sin mesura...
Cuando te nombro lejos,
lejos te hallo,
y si al silencio me avengo sin reparo
silenciosa te entregas compungida,
volando entre ensoñadas latitudes,
y te suelto la brida vaporosa,
mientra monto en lo mío
apresurado,
corriendo en mis caballos
desbocado,
en carnal cabalgata no te encuentro,
sin tiempo, ni compás,
arremetiendo,
tus dos o tres recuerdos evocando
todo lo regalado de mi cuerpo,
como un hecho robado,
libertado...
Me quedo revirando tu ausencia,
tu ausencia de fuego ya ominosa,
cavernas que te nombran,
ecos puros,
mi carne contra ti casi alumbrando,
nuestros cuerpos rodando,
mariposas,
todo lo no pasado es un milagro,
todo lo que soñé es mi viva prenda,
todo lo que tú eres
madreselva,
mi cosecha servida, mi sustento,
mi mejor y más bello monumento
que ignora que preexiste a mi recuerdo
y que febril y eterna,
ya en su marcha
sin saber entre el pecho
me da vida...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 4 de julio de 2013

ROMPE EL SILENCIO / Poesía de José Ignacio Restrepo


PORFÍA


De qué lugar hereje brotan rancias
estas proposiciones de anatema,
rojas secuelas de impropia y jorobada
bastarda propensión y dolorosa,
a ver en todo lo que quepa en la ventana,
sórdida y genuflexa vil, vencida,
genuina pérdida
que no puede defenderse
de todo lo callado o por decir,
al minuto siguiente,
es decir este...

Dime
de dónde, de cual mente alfarera
se nos vino esta queja con vigor,
con callos distinguibles, sangres secas,
alzó duro su voz de cantautor
para probar en tonos infalibles
que lo tenido ayer por rescatable
hoy ni siquiera tiene por probable
su imagen decorosa ante el espejo,
entonces
¿de qué poder que no es,
viene este eco,
sino de uno tangible que me llena
y sale con su grito
desde dentro?


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 1 de julio de 2013

SOBREVIVIR, TAN SOLO... / Poesía de José Ignacio Restrepo



VERDOR


Casa de hadas, recinto de la magia,
color en donde el agua se recluye
para pasar de la guerra inadvertida
y no sentir dolores desgastantes
por ser la cura de más profundos males,
de elevación al alma de otros pobres,
que los dejaron en mustios rotos sacos...
Coyotes de demencia más sutil
que llegan tarde, temprano o lo contrario
para mirar crueldades iniciadas
por tersas manos de ternuras nuevas,
yo no concedo que vuelen las almejas
que salen de sus mares inauditos,
para caer pintadas de colores
con nombre propio en un solar ajeno,
que no pensó tendrían como casa...
Hada de fenecientes y aturdidos
valores que cobraron por su muerte,
en esta grama alta que no crece
selvas con multitudes profanadas,
allí se tienden a culpar hoy a su suerte
y no perecen los malos qué te crees
pues esto dijo Darwin es pelea,
se llaman selecciones naturales,
les pasa a los productos en las tiendas,
a toda oferta que carece de demanda,
y también a las ranas de la fuente,
que cuando cierran su lugar de canto
deben marchar de regreso al humedal,
donde no hay nadie que quiera su cantar...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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