jueves, 18 de abril de 2013

A ESA CIEGA SERENA, LA JUSTICIA / Poesía de José Ignacio Restrepo



A ESA ESTATUA 
FUNDADA


Serena la daga espera, 
se niegue camino frontal hacia el acuerdo, 
ese mago embozado en soliloquios, 
que ha probado tarimas, 
y distribuye arpegios a los mansos 
que todavía rezan padrenuestros...
La espada por supuesto en gran estima
es larga, de sendos filos por axioma, 
y de ceguera gnoma, está sufriendo, 
hace siglos, hace cientos de maullidos,
hace guerras pactadas y hondas luchas,
hace cientos de ilegítimas contiendas
igual que lo hace ahora hace segundos,
frente a los ojos lacrimosos de los muchos,
y ante indoloros y claros corazones
que no sufren de nada ni lo harán...

La diría postrada y nauseabunda, 
pero sé que entre cíclicas disputas, 
su cara limpian, pelan su orladura, 
le embadurnan los ojos con almizcle, 
y le dan de beber, lento y paciente,
para que a una hora no pactada, 
arremeta contra todos, con su acero, 
y dé de bien beber sangre a los vientos... 
Tiene los ojos bonitos bien tapados,
el trapo ha sido lavado una y mil veces,
 recuerdan que es tuerta allí en su alma,
pero nadie lo cuenta ni lo narra
a ésos que saber bien corresponde,
aprender de la historia es golpe avaro,
se recicla en la pálida ignominia
de callar lo elocuente y necesario,
viene alzada de dios y de la mano,
la ignorancia fatídica y plebeya,
con su ira crecida aletargada,
a pedir por detrás de la alta estatua
poder pertenecer a su familia,
como sea que ocurra en la razón,
o comenzando la poda al pescozón,
todos ponen, los lados de los dados
tienen todos el mismo y refrendado
gordo signo de la cruz atado al filo,
de la espada que ciega se defiende,
de perder el sitial de mármol blanco
que la historia le heredó
no sé bien cuándo...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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