PREPARO EL VIAJE
Tengo por hacer viajes sin ruta,
con mapas que se lean en mi mano
a pie, sucintamente,
paso a paso,
para tener el máximo control
sobre sucesos un tanto inadecuados,
como quedarse a querer en algún lado,
después de ser objeto de otro ser
cuya piel de picaflor envenenado
nos cubrió cuando el frío fue evidente
disparando su arco diestramente
de una vez sus veinticuatro flechas,
en el curso invasor de una mirada…
Tengo penas guardadas bajo llave
en cajitas de negra madreperla,
con sencillas diatribas para verlas
y poder entenderlas sin esfuerzo,
y no sé si llevarlas en mi viaje,
hoy la duda me llena y el pasado,
adquiere dimensiones de leyenda,
y alguna pregunta sinvergüenza
me interroga sobre orígenes diversos,
¿cómo puede su legión de abrazos
nunca dados y menos recibidos,
reptar sobre mi cuerpo adormecido,
como nudos de lazos engomados
de pérfida virtud y suave ahínco?
…y yo que no lo sé se lo pregunto,
demandante si quiebro los recuerdos,
y abandonados los dejo en la frontera,
ya cargo con una estela de los bellos
y miniaturas de aquellos ignorados
los que dejaron roto el cortaplumas
de abrir y abrir correo sin destino,
los metí al interior del sacapuntas
y cada que a mi lápiz le hago punta,
aprieto con queja y sin repulsa
lo que fue, sin poder ser como era...
Me preparo,
espera el viento afuera,
los dos mapas sobrantes de alimento,
a la turbia chimenea de lamentos
y en postrera mirada algún cumplido
a mi casa de álbumes heridos,
por si la puerta queda mal cerrada
y se llena mañana sin saberlo
de damas sin sueño muy costoso
que traen de sus pies atadas
miradas insidiosas que las cubren,
de unos ojos grises de marino
y otros de un rival, cruel forajido
que con su daga envuelta en un corpiño
busca perderles al filo de la noche…
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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