lunes, 11 de junio de 2012

NO SE DECIR ADIÓS / Poesía de José Ignacio Restrepo

EL POSTRER VIAJE



Por norma la soledad
viene en tres frascos,
para etapas distintas
de la vida,
el primero se debe administrar
con un pitillo rojo y viendo fotos,
de ese amor que olvidado y canceroso,
 de no volverte a ver, ya tienen años
tu debieras saber que al mal huido
debe darse una buena sepultura,
bajo un árbol de follaje oscuro y recio
que tu puedas después
olvidar dónde está
muy fácilmente.
El segundo se toma alguna noche
cuando regresas solo hasta el hotel,
respirando la herida y su fragor
por una cuarta vez sin detenerte,
estás solo,
estás mustio
y envejeces,
te lo mandas de un tajo
como si de cicuta se tratara,
luego olvidas por hoy esta celada,
y sin ver siquiera qué hora es,
continuas a solas la parranda.
El tercero,
aparece por milagro
en aquel maletín que no era tuyo,
de piel de un desalentado dromedario
que expiró sin saber en aquel zoo,
donde sin él querer fue trasladado,
igual que a ti que despertaste un día
en la cama de quién,
tu no sabías,
miraste aquellas fotos,
el desván,
el balcón con un candado,
tu gabán,
revisaste uno a uno sus bolsillos
encontrando esa botella diminuta,
sospechaste que era un buen licor
traído sin saber de la aerolínea,
y te mandaste de una aquel sabor
delegando los placeres
y la vida,
la tercera es siempre la vencida
ahora viajas sin saber siquiera
a dónde,
dormido o eso luce,
como quién ya se marchó
pues corresponde.

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright ©


No hay comentarios:

Publicar un comentario