lunes, 12 de marzo de 2012

EL HACER DEL TIEMPO / Poesía de José Ignacio Restrepo

SOLO UN PRÓLOGO


Vaya que globo hinchado vuela lejos,
más que barco del viento dependiente,
aún más que solitario maloliente,
que ha extraviado su brújula y anuario,
y no sabe quién es,
menos aún el sentido de sus pasos...

Con este prolegómeno certero
casi debía lograr dejar al verso
decir que lo falta o lo que sobra
depende del extremo del cordel,
que hale por atada coincidencia
quien arrime aquí su corazón,
con el ánimo azaroso de saber
que le ocurre al autor,
y termine interrogando en este espejo,
el curso que lo lleva o lo devuelve,
al lugar del saber o el de ignorar,
que suele ser el mismo,
o por artes de la magia insulsa,
de un parecido anormal...

Vente por el resto digo yo,
y no se si debiera prometer
esa magia que no ha de suceder
si el tiempo no depara en su labor,
esa zona de secreta dirección,
interrogada por la inercia
o por la acción,
que llamamos destino,
no podría decirte sobre eso
ni siquiera algún verso,
es gran temeridad casi infortunio
poner letras que expliquen la riqueza
cuando hay en tu bolsillo solo hilachas,
del peor material que se fabrique,
algodón resabiado de bluyines
que han quedado en pedazos,
por venir del pasado
sin retarle o pedirle 
que regrese...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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4 comentarios:

  1. y es que a veces, soñamos un yo tan distante y distinto que nos acerca a ese del que nos escondemos...un beso

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    1. En mi rostro colócome tus labios, deliciosa Anabel, colega rubia,y déjote como siempre abierto este portal, el de mi alma ingrávida- hospital, para que en él habites cuando gustes, como poema que eres y que fuiste...Abrazos primor...

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  2. acerca tu oído a mi boca y deja que te cuente quedamente, el epílogo... no hay prenda más cómoda que un pantalón bien desgastado... besos Jose Ignacio con este nombre o con el otro.

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    1. O a decir del desnudo inveterado, con la cómoda piel por refugio último, igual que vos, y yo, y Vespasiano...¿Cómo olvidarlo en virtud de tu presencia, o por no tenerte con la frecuencia de antaño, precisamente?...Por eso, porque el hoy no es ya el de antes, y el corazón se late doblemente, debería saborearme este epílogo, sea cual fuere... Gracias Carmela, por tanto...

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