martes, 21 de febrero de 2012

EN MAREAS DE LEJANA PLAYA... / Poesía de José Ignacio Restrepo

ENSUEÑO DE MAR


Velámenes 
en mástil canceroso
cansados de bregar e hincharse solos,
contemplando esos mares de tormenta
entre la bruma eterna de tus ojos,
cuánto dieran ya por ser doblados,
en arcones de muelles solitarios,
para servir a otros destemplarse,
en manteles o cubriendo las ventanas
de casas franciscanas o colegios,
o en parcas oficinas sin gerente,
o en vitrinas sin uso
simplemente,
esperando el quién sabe
que le dé bondad
a su existencia

Casta y vil agonía sin lisonja
la de viajar por mares y atracar
en tierras anchas de amainado duelo,
cuyos hombres como hijos de ramera,
solo saben del amor hacer la guerra,
sin poner en asueto al corazón
que mutilado en pena,
arde en buscar 
y encontrar la quieta pesadilla
que lleva con él latiendo tanto tiempo,
para amargar el sueño coincidente
que en mi pie las visita desde lejos

Utopías salvadas y perdidas
que se caen de si por propio peso,
ya decía mi madre libertad,
que el sueño de nacer una vez más
no tiene de verdad más que la cama,
allí dormida y mustia se la ve,
aguardando a los hombres
que le den,
la implorada simpleza 
que en sus ojos,
majestad dan al mar que la vio ser,
entre olas de un azul esplendoroso
en días ya pasados y perdidos,
recordados por siempre
envejecidos...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©


2 comentarios:

  1. Utopías salvadas y perdidas... a veces pones tan difícil comentar tus poemas como salir ileso tras leerlos, será así que conoces hasta el último de los avernos o el primero de los cielos, eres demasiado grande para ojos tan pequeños, los ensancharé para aprehenderte mejor, siempre. Abrazos.

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    1. Si supieras, Carmen, cuanto del fantasioso serpentario, con díscolas culebras alardeando de ser parte y todo de mi logrado inventario, tiene en tu ser motivo y definida muestra, que no te olvides nunca del tiempo aun cercano, que nos hizo amigos y amantes de la mano...Que no lo olvides digo, yo no habré de olvidarlo...gracias por venir a la Secreta, abrazos...

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