lunes, 24 de octubre de 2011

BOCADO DE CARDENAL / Poesía de José Ignacio Restrepo

LA RESPUESTA


A ese niño bribón
que no sabe que es Nestlé,
que no tuvo algún reloj
regalado en navidad,
y ni idea tiene hoy
qué fabrica Fisher Price,
si son bolas de billar
o el sonido del acordeón,
que como niño bribón
no sabe cómo metieron,
en eso que como fuelle
se hincha como por magia
y después solo se aplancha....

De ese quiero escribir,
y podría detallar
tras el ansia estructurar 
el deseo de tener,
que tiene bajo la piel
diría cualquier gendarme,
sin procurarse de aplomo
y más bien su boca callar
como un mayordomo arar
en silencio su torpeza,
y alardear de gentileza
con quien todo se merece,
sus ansias tan solo crecen
por las leyes del mercado
que le muestran desde chico
ese infame compromiso
de vivir marchas forzadas
sin que el trabajo prodigue
soluciones competentes
a la carga de la vida,
él que ignora casi todo
tiene claro que tener
es de la gente platuda
y no de pobres pelados,
así que bribón y todo
bestezuela no se cree
y aunque casi bien no lee,
se desvara con la astucia,
y ante pregunta soez
en la boca de algún juez,
donde tarde le llevaron
por robar un salchichón,
el pequeño sin pelea
y sin gritar como el docto,
respondió muy brevemente
conquistando a su auditorio,
mire señor estudiado,
con respeto le respondo,
soy el grande de tres hijos
los otros dos están dormidos,
mi mamá trabaja arduo
para darnos lo del día,
pero no le alcanza nunca
y el estómago nos suena,
cada que va al Bienestar
le exigen que entregue a Lucas,
para poderle ayudar con Beto
y con mi persona,
¿cómo le pueden pedir  
a una mujer que es creyente,
que abandone allí a su vientre,
al más pequeño de todos,
para salvar a los otros
y seguir siendo decente?

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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