UNO DE ESTOS DÍAS
Largas, larguísimas escaleras,
de tu blanco granito,
pulido por lluvias y vientos,
me llega ahora el eco,
monólogo de mis propios pasos,
el mapa póstumo de una huida forzosa
que como breviario irreductible
describe,
si debe uno morirse
con el fin imperioso de salvar la vida.
Si, es otoño,
estos fríos calan más que en otros meses
cuya certera impronta fue la lluvia,
eterna se pensaba entonces.
Como aquellos dolores de boca
que a fe ponen prueba a nuestra hombría,
este otoño con apariencia de inmenso, de no irse,
venteará algún ridículo aire
uno de estos días,
antes del mortal invierno,
epilogándonos, ya sabes,
sin que bien lo sepamos.
JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor