sábado, 26 de marzo de 2011

ELEGÍAS DE SASTRE QUE AUN CELA ESTRELLAS… / Poesías de J. I. Restrepo

REGRESOS

rinoceronte

Llegan, después de todo
las creídas perdidas noticias
otrora sostén de los días de tedio infinito
y de las noches de alegría
que se imaginaban ser verdad
en los castillos ateos de mi mente…
Envueltas, enjaezadas,
con rutilos propios de las joyas,
llegan sin aviso,
terminadas las viandas y las sobras,
en los corrales,
entre cerdos y cabras,
pasada la emoción de las fiestas
entreverado el recuerdo de las risas
y los alegres toqueteos
tras las falsas paredes que sin duda escuchan,
perdido el regocijo vano
entre los verdaderos quehaceres,
llegan, después de todo las noticias
pensadas como objeto de extravío,
prendas de olvido,
palomas desprendidas de diluvio
y tengo que ornar las bienvenidas,
lavar a punta de lágrimas
los ya descoloridos cortinajes
de este viejo escenario…
Populi vox,
que me abracen,
que de fluir eximan a mi sangre
y separen mi cabeza de mi tronco
y que sea extinto mi fuego entre maduro
y lisonjero bautisterio,
que no quede otra alternativa
mas que darles vida y lo que aguante,
vértigo,
sangre,
servirles aún de chimenea
si vienen hechas de leña
y traen ganas de arder,
esas crecidas noticias
que creímos muertas.
de silencio muertas,
mudas y muertas.


LUGARES SIN MAR

estación otoño

Pequeñas estaciones que olvidan su afán
el día del arribo del tren elemental,
salió hace mucho ya del calendario…
Las alstroemerias como flores de la mesa,
colores para hilar conversación
mientras se pide pásame la sal
o dame por favor más salsa,
crecen en completo desorden
tapando sin querer la carrilera…

Pequeñas estaciones,
os parecéis a personas que conozco,
con virtudes excelsas escondidas
bajo la tela de cubrir los ojos,
seguramente dormidas aguardando
a que un tardío silencio las despierte…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©

• Reservados todos los derechos de autor

2 comentarios:

  1. Porque todo vuelve, hasta lo bueno, ciclos que se completan mientras en el día a día hacemos de andenes, o de viajeros, incluso a veces de trenes... qué otra razón de ser entonces la memoria...

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  2. O de rutilo solo, brillo inesperado que detalla la noche en que viajamos por dentro, a la que arriba la amiga remembranza, que no ha olvidado el lenguaje con el que tejemos aun este vital y sutil encantamiento...

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